Cartografía del cerebro En la superficie de los hemisferios cerebrales, la zona cortical se puede dividir en un número determinado de zonas o áreas que intervienen en el control de funciones diferentes. De este modo se ha podido establecer una completa cartografía de encéfalo, que comprende áreas motoras, las cuales provocan movimientos cuando reciben un estímulo; áreas receptoras, a donde llegan las sensaciones (su neutralización supone la anestesia, es decir, la falta de sensibilidad); y áreas asociativas, que no se activan mediante estímulos sensoriales ni participan en el funcionamiento de la actividad motora. Estas regiones asociativas integran la información sensorial y participan, tal vez, en las actividades puramente mentales. Cada punto de la superficie de las áreas motrices y receptoras controla una parte del cuerpo. En las áreas receptoras se encuentran también las áreas visuales, auditivas y olfativas, a las que abocan las sensaciones correspondientes. Además, toda un área de la zona cortical se ocupa del lenguaje articulado. Este mapa de la corteza cerebral se ha realizado tras la observación de personas que sufrían traumatismo craneal, así como por el estímulo directo de la corteza durante algunas intervenciones quirúrgicas.