El pasillo y el almacén El esófago, un canal de 25 cm de longitud, lleva los alimentos al estómago. Aunque los alimentos tiendan a descender por sí mismos a causa de la gravedad en este tubo vertical, el esófago posee fibras musculares que producen contracciones (llamadas peristálticas). La unión con el estómago se efectúa a través de un anillo muscular, el cardias. Esta bolsa, auténtico almacén, tiene una capacidad que oscila entre 1 y 1,5 litros. Está recubierta por un epitelio llamado mucosa, que segrega sustancias (el jugo gástrico) producidas por glándulas. Esta secreción la provoca primero la excitación de algunos nervios y luego la secreción de una hormona: la gastrina. En la segunda fase se sintetiza otra hormona, pero no actuará más que a nivel del intestino delgado.