... Escribana mayor no estaba jamás para bromas de sus hermanas, y en aquella ocasión menos que nunca. Largó, pues, el saetazo de protesta; respondieron las otras con las respectivas puñaladas; comenzó ...
... , flechas y cuchillos dieron buena cuenta de los invasores. Isayo mató al jefe, de un saetazo asestado a un ojo, y desde aquel punto y hora, fue famoso y popular en la comarca. Aun cuando Angriote ...
... Escribana mayor no estaba jamás para bromas de sus hermanas, y en aquella ocasión menos que nunca. Largó, pues, el saetazo de protesta; respondieron las otras con las respectivas puñaladas; comenzó ...
... , flechas y cuchillos dieron buena cuenta de los invasores. Isayo mató al jefe, de un saetazo asestado a un ojo, y desde aquel punto y hora, fue famoso y popular en la comarca. Aun cuando Angriote ...
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