XIV. De lo que hicieron los religiosos en la isla de Términos y de su venida a Tabasco
Quedamos, pues, en la isla de Términos veinte frailes solos sin otra persona alguna, y comenzó la isla de Términos a ser habitación de siervos de Dios y de sacerdotes, que hasta entonces lo había sido solamente de venados y de tigres y de innumerables mosquitos. Atrevímonos a quedar aquí por pensar que no podía tardar Pesquera, que venía por allí a buscar lo que nosotros andábamos buscando. Aquí vimos por nuestros ojos lo que habíamos leído en los libros de naufragios que los hombres han padecido, y experimentamos algunos días las vidas de los santos del Yermo. Palabras me faltan para decir los corporales trabajos que padecimos y las consolaciones que Nuestro Señor nos dio, espirituales, que sobrepujan todos los sentidos. Con qué devoción estuvimos allí, cuán ferventísimas oraciones se enviaron al cielo, cuántas lágrimas de devoción se derramaron porque no había nadie que lo estorbase. A las tardes y a las mañanas nos juntábamos, y a decir los oficios y...
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