De Cartago a Sagunto : 22
De Cartago a Sagunto : 22 de Benito Pérez Galdós Como mi pobre cabeza tardó horas y horas en recobrarse de aquel vértigo, no me es fácil determinar el lugar y momento en que cambiamos el coche por el ferrocarril. Sí recuerdo que al anochecer íbamos en un tren mixto, de cuya dirección no pude enterarme hasta que Silvestra dijo que estábamos cerca de Las Casetas. Poco antes de esto, tras penosa lucha entre mi razón y mi fantasía, llegué al convencimiento de que no llevaba traje sacerdotal aquel don José, que en boca de Silvestra era el padre Carapucheta y en la mía el señor Ido del Sagrario. En la estación que empalmaba la línea de Castejón con la de Madrid a Zaragoza, bajamos a restaurar nuestras fuerzas con el comistraje que dan las fondas ferroviarias, y entre una sopa aguanosa y un pollo más duro que la pata de un santo deliberamos sobre la ruta que nos convenía seguir. Opinó...
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