El Anticristo:40

17/12/2010 1.356 Palabras

XL La fatalidad del Evangelio se decidió con la muerte; pendió de la “cruz”... Sólo la muerte, esta muerte inesperada a ignominiosa; sólo la cruz, reservada en general a la canaille, sólo esta pavorosa paradoja planteó a los discípulos el interrogante propiamente dicho: “¿quién fue ese hombre?”; “¿qué significó este acontecimiento?” Es harto comprensible el sentimiento de estupor y de profundo agravio, el recelo de que tal muerte significara la refutación de su causa, el terrible interrogante: “¿por qué precisamente así?” Aquí todo debía ser necesario, tener sentido, razón, razón suprema; el amor de discípulo no sabe de contingencias. Sólo entonces se abrió el abismo: “¿quién le dio muerte?; ¿quién fue su enemigo natural?” Brotaron cual relámpagos estas preguntas. Y la respuesta fue: el judaísmo gobernante; su clase más alta. Desde ese momento se le suponía frente al orden imperante, se entendía a Jesús a posteriori sublevado...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info