El Príncipe y el mendigo : 34
El Príncipe y el mendigoCapítulo XXXIVConclusión – Justicia y retribución de Mark Twain Cuando todos los misterios se aclararon, salió a relucir, por confesión de Hugo Hendon, que su esposa había repudiado a Miles por orden suya aquel día en Hendon Hall, orden apoyada por la promesa, perfectamente digna de crédito, de que si ella no negaba que aquél era Miles Hendon, y se mantenía firme en esto, le quitaríala vida, a lo cual respondió ella: –Tomadla–, porque no la apreciaba y no quería negar a Miles; entonces el marido dijo que a ella le perdonaría la vida, ¡pero haría asesinar a Miles! Esto era cosa distinta, así que la dama dio su palabra y la mantuvo. Hugo no fue perseguido por sus amenazas ni por apropiarse de los estados y títulos de su hermano, porque ni la esposa ni el hermano quisieron testificar contra él, y a la primera no se le habría permitido hacerlo, aunque hubiese querido. Hugo abandonó a su mujer y partió para el Continente, donde...
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