El retrato de Dorian Gray : 11
El retrato de Dorian Gray : 11 de Oscar Wilde Durante años, Dorian Gray no pudo librarse de la influencia de aquel libro. O quizá sea más exacto decir que nunca trató de hacerlo. Encargó que le trajeran de París al menos nueve ejemplares de la primera edición en papel de gran tamaño, con márgenes muy amplios, y los hizo encuadernar en colores diferentes, de manera que se acomodaran a sus distintos estados de ánimo y a los cambiantes caprichos de una sensibilidad sobre la que, a veces, parecía haber perdido casi por completo el control. El protagonista, el asombroso joven parisino cuyos temperamentos romántico y científico estaban tan extrañamente combinados, se convirtió en prefiguración de sí mismo. Y, de hecho, el libro entero le parecía contener la historia de su vida, escrita antes de que él la hubiera vivido. Había, sin embargo, un punto en el que era más afortunado que el fantástico protagonista de la novela. Nunca padeció el terror, un tanto...
Está viendo el 2% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas