Juvenilia - Capítulo 30

24/03/2011 1.079 Palabras

Juvenilia - Capítulo 30 de Miguel Cané Es tiempo ya de dar fin a esta charla, que me ha hecho posar dulcemente algunas horas de esta vida triste y monótona que llevo: Pero al concluir me vienen al espíritu los últimos tiempos pasados en la prisión claustral, cuando ya la adolescencia comenzaba a cantar en el alma, y se abría para nosotros de una manera instintiva un mundo vago, desconocido, del que no nos dábamos cuenta exacta, pero que nos atraía secretamente. No nos lo confesábamos a principio unos a otros; la vida de reclusión, las lecturas disparatadas y sin orden, el alejamiento de la familia, de la sociedad y, sobre todo, cierto prurito de estudiantes, nos inclinaba a un escepticismo amargo y sarcástico, ante el cual no había nada sagrado. Éramos ateos en filosofía, y muchos sosteníamos de buena fe las ideas de Hobbes. Las prácticas religiosas del Colegio no nos merecían siquiera el homenaje de la controversia; las aceptábamos con suprema indiferencia. En...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info