La Andalucía trágica: Los sostenes de la patria

29/09/2009 1.767 Palabras

La Andalucía trágica Los sostenes de la patria de Azorín Esta mañana, a las ocho, don Luis ha venido a buscarme. ¿No conocéis a don Luis? ¿No conocéis a este hombre tan inteligente, tan discreto, tan bueno, tan abnegado, tan afable? Don Luis es alto, cenceño, delgado ; está un poco pálido; anda un poco encorvado; tose de rato en rato un poco. Y cuando se detiene en un corro de convecinos, en su marcha rápida, afanosa, febril, a través de las calles del pueblo, don Luis da unos fuertes resoplidos, se pasa la mano por la frente, atusa ligeramente su tupé y comienza a hablar con voz recia, imperativa, pintoresca, que poco a poco va apagándose, hasta que don Luis calla de pronto, se lleva la mano al pecho y suspira con un leve suspiro: - Señor Azorín, ¿estamos ya? - Estamos ya, señor don Luis. Y entonces comenzamos a andar por las calles anchas del pueblo; las saledizas, espaciosas rejas verdes, sobresalen en las aceras. Luego nos internamos en las calles de...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info