La lucha por la vida III: 032
none Pág. 032 de 127 La lucha por la vida III Primera parte Pío Baroja -Sí; pero, la verdad, vale más que no se lo diga a usted, porque es una tontería. -No, hombre; dilo. -Son cosas de mujeres. Ya sabe usted que soy cajista, y mi hermana y otra muchacha que vive conmigo están empeñadas en que me debo establecer... Y ahora se puede comprar una máquina nueva y tipos también nuevos...; y no tengo dinero bastante para eso...; y ellas me han empujado para que le pida a usted el dinero. -¿Y cuánto se necesita para eso? -Piden quince mil pesetas; pero pagándole al contado al dueño, rebajaría mil o quizás dos mil. -¿De manera que necesitas unas trece o catorce mil pesetas? -Eso es; yo ya me figuro que usted no podrá dar ese dinero... Ahora, perder no se puede perder gran cosa. Porque usted podría ser el socio capitalista, y se ensayaba...; que a los dos años, por ejemplo, no daba resultado, pues se vendía la máquina y las cajas con mil o dos mil pesetas de...
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