Las mil y una noches:154
Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 123ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 123ª NOCHE Ella dijo: Efectivamente, cuando estaba en medio del corredor, la joven me tiró al suelo muy diestramente, dándome una zancadilla, y en seguida se tendió a lo largo encima de mí, apretándome entre sus brazos hasta ahogarme. Y yo creí que me quería matar y que así me impedía que gritase. ¡Pero no había nada de eso! La joven, después de varios movimientos, se sentó sobre mi vientre, y empezó a frotarme furiosamente con la mano. Y tanto friccionó, y tanto tiempo, y de manera tan extraordinaria, que perdí el sentido y cerré los ojos como un idiota. Entonces la joven se puso de pie, me ayudó a levantarme, me cogió de la mano, y seguida de su madre me hizo atravesar siete corredores y siete galerías, llevándome a su aposento. Y yo la seguía como un hombre borracho, a consecuencia del efecto que me habían producido sus dedos terriblemente expertos....
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