Silva VI (Gatomaquia)
Silva VI (Gatomaquia) de Lope de Vega Cuando el soberbio bárbaro gallardo llamado Rodamonte porque rodó de un monte supo que le llevaba Mandricardo la bella Doralice, como Ariosto dice, a dieciséis de agosto (que fué muy puntüal el Ariosto), cuenta que dijo cosas tan extrañas, que movieran de un bronce las entrañas, prometiendo arrogante no ver toros jamás, ni jugar cañas, aunque se lo mandasen Agramante, Rugero y Sacrípante, ni comer a manteles, ni correr sin pretal de cascabeles, ni pagar ni escuchar a quien debiese, porque más el enojo encareciese, ni dar a censo, ni tomar mohatra, ni pintar con el áspid a Cleopatra. Y lo mismo decía cuando el rapto de Elena fementida el griego rey Atrida contra el pastor, para traiciones apto, que dió en el monte Ida en favor de Acidalia la sentencia; que hay muchas de la Vera de Plasencia. que vienen más tempranas si las hacen los ojos de juveniles bárbaros antojos; que aun no repara en canas esto que todos llaman...
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