Los Harrach y España Fernando Buenaventura Harrach (1637-1706) viajó en 1673 a Madrid como embajador del emperador Leopoldo I (1658-1705). Durante su estancia en la capital de España se mantuvo al margen de la política interior. Procuró concertar el matrimonio de Carlos II de España (1665-1700) con María Antonia, hija de Leopoldo I, pero, ante la oposición que encontró en algunos medios cortesanos, dada la corta edad de la archiduquesa, fracasó en su propósito. En 1680 regresó a Austria. En 1696, cuando desempeñaba el cargo de caballerizo mayor del emperador, fue nombrado nuevamente embajador en España, con el objetivo de obtener del monarca español, sin descendencia directa, un testamento favorable al archiduque Carlos de Austria, hijo de Leopoldo I y futuro emperador Carlos VI (1711-1740). Continuó en España al frente del partido alemán hasta octubre de 1698, pero ante la determinación del soberano español de nombrar heredero a José Fernando de Baviera, nieto de Leopoldo I y bisnieto de Felipe IV (1621-1665), abandonó su puesto. Tras su vuelta a la Corte imperial, se convirtió en uno de los principales ministros de Leopoldo I. Fue autor de unas Memorias, editadas en 1720, en las que se recogen descripciones detalladas de la Corte de Carlos II.