Historia Dado que los oidores gozaban de autoridad para administrar justicia, el acto de administrarla recibió el nombre de “audiencia” (del latín audientia, derivado del verbo latino audire, 'oír', aunque en un principio hacía referencia al hecho de que los soberanos u otras autoridades oyeran a las personas que les exponían o solicitaban algo); así mismo, y a partir del nuevo significado, el sustantivo “audiencia” pasó a utilizarse también para designar al tribunal colegiado que integraban los oidores.