Disposiciones dictadas por los consulados de comercio o tribunales mercantiles (v. consulado) para regular su organización y régimen interno, así como los negocios comerciales en que tenían que intervenir, en función del derecho que los reyes habían concedido a dichos organismos para establecer las normas necesarias a su ordenación y gobierno. Entre los consulados de comercio, existentes desde la Baja Edad Media, destacan especialmente los de Burgos, Sevilla y Bilbao, pues dictaron importantes ordenanzas y revisten un enorme interés para conocer el Derecho mercantil de su época. Las Ordenanzas del Consulado de Burgos, que datan de 1538, están constituidas por noventa capítulos y regulan, entre otras, las cuestiones de los seguros marítimos....