Pedro II de Aragón

Vida y reinado

Su personalidad, muy discutida por la historiografía tradicional, presenta grandes contradicciones. Era, por una parte, hombre extremadamente religioso —como se demuestra en su viaje a Roma (1204) para recibir la corona de manos del pontífice Inocencio III (1198-1216)—, pero su vida personal adoleció de equilibrio afectivo y moral, como demuestra su desdichado matrimonio con María de Montpellier, durante el cual mantuvo a la reina prácticamente desterrada en su señorío natal del Languedoc; su despego hacia su hijo, el futuro Jaime I, a quien apenas trató, y sus numerosas relaciones extramatrimoniales de las que nacieron dos hijos ilegítimos: Pedro, canónigo y sacristán de la catedral de Lleida, y Constanza, que casó posteriormente con el senescal de Barcelona Guillem Ramon de Montcada.

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