Introducción Obra de ingeniería que, a modo de obstáculo artificial, se dispone a través de una corriente fluvial (rio, arroyo), o bien en el desagüe de un estanque o lago, con el objetivo de almacenar o desviar el agua con vistas a sus diversos aprovechamientos, tales como el consumo humano o industrial, el riego de campos, la producción de energía hidroeléctrica o la prevención de avenidas. Por lo general, se trata de un muro grueso de piedra u otros materiales (manipostería, hormigón, tierra) construido según variadas técnicas, que dependen del tamaño de la obra, de su localización geológica o de la propia evolución histórica de la técnología empleada, que ha de reunir dos condiciones indispensables: la impermeabilidad, tanto de la obra como de los cimientos y estribos de las laderas donde se emplaza, con vistas a evitar filtraciones de agua que impidan su almacenamiento, y la estabilidad, ya que el resquebrajamiento o la rotura de la presa puede acarraer, además de elevados costes económicos, consecuencias trágicas para los asentamientos humanos emplazados aguas abajo del embalse.