El medio físico El paisaje de La Serena se caracteriza por la suavidad de sus formas, por amplias llanuras y suaves colinas surcadas por los tri¬butarios de los ríos Zújar y Guadiana y dominadas por los cultivos cerealistas y las dehesas de encinas. El sustrato geológico sobre el que se asienta es muy antiguo, ya que forma parte del viejo escudo prehercínico ibérico. Se trata de una penillanura en la que el suelo se encuentra poco desarrollado debido a que la roca madre está casi en superficie. Las pizarras, plegadas durante la orogenia hercínica, forman estratos verticales o inclinados que en algunos puntos afloran en superficie y forman la característica imagen de los dientes de perro, agudos cuchillos que se levantan escasos metros sobre el terreno y aparecen como islas en medio del mar de pastizales y dehesas que las rodean. En la parte superior de las colinas más recias se encuentran afloramientos cuarcíticos cuya potencia es la responsable de la perduración de los montes y de su resistencia frente a los agentes erosivos que han estado actuando sobre el relieve desde hace más de 300 millones de años.