El sueño de Alejandro Magno

Introducción

Cuando, en el año 336 a. de C., Demóstenes, el paladín de la independencia ateniense, conoció la noticia de la muerte de Filipo, se vistió de fiesta e hizo que la Asamblea dispusiera una corona en honor del asesino. Nadie, en efecto, podía creer que un muchacho de veinte años fuera capaz de proseguir el proyecto del rey de Macedonia. Sin embargo, el que habría de convertirse en Alejandro Magno iba a hacerse cargo, con firmeza, de una herencia que fácilmente hubiera podido escapar de manos más débiles.

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